jueves, 25 de enero de 2007

OMEGA SEAMASTER 007 LIMITED SERIE


He aquí una obra de arte.

Maravilla de la técnica, prodigio de la ingeniería.

¿El reloj definitivo?

Puede.

Hazte un favor: visita un distribuidor oficial Omega y pregunta por él. Examínalo. Sostenlo entre tus manos, acarícialo suavemente.

Notarás que pesa bastante. ¿Es eso malo? No lo sé, pero te transmitará solidez, fuerza. Firmeza. Eso que le falta a muchos...

Te fijarás en la correa, en el cierre, el cristal... de zafiro. No hay sitio para las rallas. Ejem...

Yo llevo ya casi 3 años con él y tengo que decir que probablemente sea la mejor adquisición que haya hecho nunca. Forma parte de una serie limitada de 10.007 unidades en todo el mundo, con motivo de los 40 años del agente 007. Mi número es el 6.877. La sensación de exclusividad es única. Se lleva con orgullo.


¿Caro? Depende. Quizá a la larga cueste más irse comprando un reloj distinto cada 5 años. Éste es para toda la vida.

Un detalle importante. Un reloj debe ser automático. Olvida el cuarzo. Nadie en su sano juicio se compra un reloj de cuarzo. Te dirán que el cuarzo es más preciso, más barato, y que tal y tal, blablablabla... Tonterías. Automático y punto.

Como ya he comentado, un tal Bond es orgulloso propietario de este modelo Seamaster. En una escena de Casino Royale, la chica se fija en la muñeca de 007 y le dice:

“ - Bonito reloj. ¿Rolex?”

“ No”, contesta James. “Omega”.

Así cualquiera. No me extraña que nuestro agente favorito triunfe entre las féminas.

CODA.- Sí, señores, en efecto. Antes que alguien se me adelante, reseñaré que el inefable Pinillo Sábado, luz que nos guía, también es feliz portante de un Omega, en su caso, un Speedmaster automático, el primer cronógrafo que llegó a la Luna. ¡Pozo de sabiduría!

1 comentario:

Anónimo dijo...

yo prefiero los casio y si son de plastico mejor....