lunes, 22 de enero de 2007

EL INMUTABLE PRINCIPIO DE LAS RACHAS

Pinillo.

Pinillo Sábado.

Fernando Pinillo Sábado.

La sola pronunciación de ese nombre ya produce escalofríos.

Pi-ni-llo.

A nadie se le escapa el magno peso específico de la literatura pinillesca en el sustrato del omnipresente subconsciente colectivo. A nadie.
Está ahí. Sólo hay que abrir la mente. Y leer, ya sean sus teoremas, sus libros de auto-ayuda, sus poemarios... Hay que leer a Pinillo, todo un tesauro de conocimiento.

De modo que vuelvo a rendirme a tan excelso fénix de los ingenios para comentar, de manera sucintísima, otra –y ya van unas cuantas- obra maestra:


EL INMUTABLE PRINCIPIO DE LAS RACHAS


Amigo lector. Mi buen amigo lector. Deje de luchar. Deje de insistir. Deje de obcecarse. No hay nada que hacer. Está todo escrito. Aproveche los buenos momentos (cómase todo lo que se mueva) y no actúe en los malos (ni se le ocurra intentar meter la lengua a nadie).

Vd. ya sabía esto. Son rachas. No hay más. A favor o en contra, simplemente rachas. Nadie, nadie como Pinillo Sábado para acertar, con infalible destreza, en el blanco, una y otra vez.

Recuerde estos versos, dignos de sacro paraninfo, y aplíquelos a su devenir diario:

"Acabé con la ceja arqueada
de tanto mirar muchachas.
Pero como no me comí nada,
lo tuve claro: son gachas."

Aaaaaaarghhh!!!! Impressive. Absolutely impressive.
CODA.- "Sólo le pido a Dios que esta noche me suban las copas" (Pinillo Sábado, Fernando - La Teoría del Rodaje)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuanto saber atesora Pinillo.
Es de suponer que existe aprobación empírica a tanta teoría.
Queremos conocerle.
YA¡¡¡

Anónimo dijo...

Laguna queremos tener un hijo tuyo

Anónimo dijo...

Nuevamente no queda mas que rendirse ante la sencillez de la sabiduria que el gran Pinillos destila en cada una de sus intervenciones.
Por otra parte, me complace ver que, tal vez espoleado por mi mencion a los vates en un comentario anterior, te has decidido a obsequiarnos con unos versos.
Sigue asi amigo Laguna y tal vez te lleves una agradable sorpresa...