viernes, 27 de abril de 2007

OLYMPUS E-500 EVOLT, ZUIKO 14-54 2.8-3.5

Me he comprado una cámara digital Olympus E-500 Evolt con objetivo profesional Zuiko 14-54 (28-108 en 35mm) 2.8-3.5.

Y es que, una vez vencido el período durante el cual hemos salido retratados en infinidad de cámaras compactas, ha llegado el turno de las réflex digitales.

Pues hala, a gastarse la pasta. En la cámara y en los objetivos. Doble pasta, pues. Collons amb el pare.

Pero ojo. Éstos son unos euros bien gastados. Sin entrar en farragosos detalles técnicos, pasemos a ver.

La caja de luz luce sólida, firme, resistente. Evidentemente, no llega a ser una inversión, pues de acuerdo con la doctrina pinillesca, los dispositivos digitales carecen de ese valor intrínseco inefable que caracteriza a los analógicos, cuyo valor o, quizá mejor dicho, autenticidad, se ve incrementado con el paso del tiempo. Aquí nos encontramos con un dispositivo digital con un cierto "toque" analógico.

Pasemos al objetivo. Lo forma una lente de primera clase, cuyo mecanismo es, obviamente, 100% analógico, con lo cual, pasarán los años y seguiré disponiendo de un cristal absolutamente brutal, rico en matices y fiel a la cromática del entorno.

¿Más opciones de compra? Por supuesto que sí. Tenéis un amplio abanico de réflex digitales en el mercado. Pero, en mi opinión, deberíais ceñiros a la aquí analizada o a las también altamente recomendadas Canon EOS400 (¡sí, sí, es la de Pinillo!) y Nikon D80.

Por último, recordad que la calidad de lente debe ir pareja a la calidad de la caja de luz. No olvidéis que la máxima calidad de un equipo la determina el elemento de menor calidad que lo integra.

Con lo cual es seguro que el gasto reembolsado por el objetivo supere al de la cámara. Y tened presente que vais a necesitar más de un objetivo, ya sea una lente o una tía (o un tío)…

Joder con la tecnología.


Dedicado a Daniela, que se encuentra sumida en un mar de dudas acerca de qué máquina comprarse...

viernes, 20 de abril de 2007

PINILLO IN THE MIRROR

Por aclamación popular, más Pinillo.

Hoy voy a hablaros de su mastodóntica enciclopedia INICIACIÓN AL MÉTODO DE LOGRAR UNA NOCHE MÍTICA, cuyo quadragésimo tercer tomo lleva por título EL PROBLEMA DE LA ILUMINACIÓN DE LOS ESPEJOS DE LAS LETRINAS DE LOS BARES O CÓMO CONSEGUÍ ROMPER EL PUTO ESPEJO DEL MARACAS MOVIENDO LA CEJA.

Básicamente, trata de la importancia del estado psicológico de cada friki a la hora de afrontar la noche. Y de los factores que pueden determinar nuestra predisposición mental para conseguir un triunfo nocturno. Paradójicamente, uno de esos factores, quizá el más sólido, está echo de cristal. Y cuelga de una pared, en el baño del primer local de copas que visites en tu periplo juerguista. El espejo.

Pinillo insiste en la importancia capital de la imagen que te retorne ese vidrio, cuyas consecuencias determinarán el éxito o fracaso de nuestra ruta de copas.

¿Qué ocurre si ese primer visionado te satisface?
Fácil. Te sientes mejor, más seguro, predispuesto a triunfar. El ilustre pensador nos lo revela de la siguiente manera, en delicioso verso libre:


Si en el espejo del baño del primer bar
te vieres bien,
comerás niñas cien.


Fantástico avance.

Por el contrario, ¿qué sucederá si, a pesar de las cremas, el UVA, la laca, las Martinas y demás, el reflejo de tu propia imagen es lamentable?

Pues ahí está Pinillo Sábado para indicar las consecuencias:


Si en el espejo del baño del primer bar
dieses repelús,
comerás Trolebús.


Vaya... Ahí duele.

Por último, puede producirse el caso de la ausencia de espejos en el baño. Éste es uno de los peores supuestos, porque te deja a la deriva, sin ningún tipo de referencia sobre tu aspecto, bueno o malo. Todo ello va a producirte una inseguridad supina, que sólo Fernando Pinillo ha sabido plasmar en poesía, en la que posiblemente sea la estrofa más desconcertante de la Historia de la literatura:


Si no hubiere espejo,
no comerás conejo.



Joder. Este tipo sabe.

Pero no os quedéis con lo aparente. Tras estos versos, se esconden tremendísimas metáforas.

Vamos, pues, a intentar llegar al fondo. Os anticipo que no va a ser sencillo.

Lo que subyace tras esta rapsodia es el elemento más importante para la consecución de una noche exitosa. Ese elemento no es otro que la seguridad, el “verse bien”, mejor dicho, creerte que tienes buen aspecto. El inicio de la noche guarda una importancia capital en el inmediato porvenir y, por ende, en la asunción del calificativo de “mítica noche”.

El problema surge, y muy frecuentemente, cuando la disposición del espejo del baño del bar deja mucho que desear. Es decir, tú realmente puedes mostrar un aspecto formidable a los que te rodean, pero el susodicho espejo, o mejor dicho, una errónea colocación de los dispositivos lumínicos de los aseos puede engañarte, brindándote una imagen inferior, por lo que respecta a la calidad de tu aspecto, y, en consecuencia, una disminución en caída libre de tu seguridad, provocando un terrible efecto “bola de nieve” que te llevará a tratar de compensarlo con la ingesta de más y más alcohol. Recuerda que si es tu primera noche de copas, la borrachera puede ser de órdago, tal como expone el mismo Pinillo Sábado en su obra maestra La Teoría del Rodaje.

¿Qué hacer entonces?

Modificar la disposición iluminatoria del habitáculo (si puedes), al objeto de lograr una imagen satisfactoria.

Complicado. No me veo yo subido a una escalera a las 00:30 h tratando de reinstalar la lámpara del baño del Sullivan’s.

Con lo que, por eliminación, llegamos a:

Resituar nuestra posición física en el cuadrante yacente bajo el elemento proyectante de lux, al objeto de conseguir una iluminación CENITAL.

Esa imagen casi siempre te va a resultar positiva.

Recordad, pues, con letras de oro, la progresión que os llevará al éxito:

ILUMINACIÓN CENITAL – VISIONADO AGRADABLE – MAYOR SEGURIDAD – INCREMENTO DE TÍAS COMIDAS

lunes, 16 de abril de 2007

DIEZ RESTAURANTES DE AMOR Y UNA BOCATERIA DESESPERADA

LOS DIEZ RESTAURANTES DE AMOR:
10. IRUÑA.
Se merece constar en el top ten, simplemente por una circunstancia: ahí se sirven las mejores patatas bravas del país. Ahí queda eso. Un fuerte abrazo para Míchel y Óscar.
9. TIFFANY'S.
Un local de culto, quizá el único en su estilo en Lérida. Maravillosas fondues, increíble el tiramisú. En su planta superior han compartido sobremesa ilustres pensadores de la talla de Aranguren, Pinillo y otros.
Emilio Miralles es el propietario. También el responsable de los fogones. Antiguo dueño del Mannigan, mítica discoteca leridana de los años 70, que se situaba en la parcela donde actualmente se asienta la Fonda del Nastasi (¿te acuerdas?). De hecho, en la actualidad, con un poco de suerte, te pueden servir el tiramisú en un viejo plato de loza, decorado con un desgastado sello del Mannigan...mmm...maravillosa experiencia.
8. PORTÓN.
Jimmy Rovirosa al frente. Bonito local. Mucha madera. Techo elevado. Por poner un defecto a la decoración, quizá excesivamente temática. Por lo que respecta a los platos, me quedo con éstos: la tortilla de bacalao (es, sin duda, la mejor que he probado, pero recuerda, pídela poco hecha), el pulpo a la gallega (de primera), el padrón (simple, pero excelente), el chuletón (digno de Bill Cutting) y el surtido de postres (inolvidable).
Bien en la mesa, mejor en la barra. Un clásico en Navidad.
7. AMICS DEL MAR.
El de antes.
Entrar a las 15:00 h. Vermutito casero. Ambiente. Caldereta de bogavante. Comilona en plan hortera. Juerga. Strip-tease del pare. Arroz a banda. Bacanal. Excesos. Borrachera. Risas. "Allò del vodka". Salir a las 19:30 h.
6. CARBALLEIRA.
Marisco traído en el día, desde Galicia. Comensales venidos en el día, desde cualquier rincón de España.
Su fama lo precede.
Su factura lo sucede.
5. BELLERA.
Ideal para comer, genial en tapeo. Eduardo lo está haciendo realmente bien.
Prohibido perderse: la ensaladilla rusa (sólo en domingo), la merluza (con perdón de Pinillo), las cigalas y las gambas de Huelva a la plancha, las almejas vivas, el cabrito al horno, la perdiz en escabeche y, sobre todo, los magníficos calamares a la romana.
4. TOFOL.
Ismael. Un showman metido a hostelero.
Bar cutre. Mesas de formica, igualitas a las que poblaban el comedor de los Maristas. Letrero de Coca-Cola en la puerta.
La sensación que te produce al entrar es la que puedes sentir al ir al bar de la plaza mayor de Almatret. Pero ése es precisamente su encanto.
Una vez superada la fase inicial, llamémosla de impacto, te esperan unas tortillas excelentes, un buen cabrito, unas costillas de cerdo ibérico que se deshacen, unas anchoas que quitan el hipo y un baño que quita las ganas de mear.
3. ENSANCHE LA YEDRA.
Zaragoza. Tan grande es, que le dediqué un post exclusivo: ensanche la yedra. Un saludo para David y el resto de Gaudiosos.
2. EL TIROL.
Tirol, el hecho que ya no existas no significa nada. Nada más que nos tenemos que joder viviendo del recuerdo. Del recuerdo de la infinidad de momentos únicos e irrepetibles que embriagaron nuestra dorada juventud. Juventud venida a menos al constatar que en Salou no existe ni existirá un restaurante como tú. Allí donde vaya te llevaré conmigo. Por siempre.
1. ZEKE.
Es el mejor, sin duda. Es la envidia de todos los restaurantes de Lérida, excepción hecha de EL RENO, con el cual, por razones obvias, comparte este primer puesto.
Óscar es el líder que nos sorprende continuamente con una variedad de tapas que se podrían resumir en un solo calificativo: magníficas.
Si no lo conoces, prepárate. Va a ser una de las mejores experiencias de tu vida.
Si lo conoces, ya sabes de lo que te estoy hablando.
Es el número 1. En Lérida y en cualquier sitio.
LA BOCATERIA DESESPERADA:
HILARIO'S.
Salou. 06:00 h. Un pequeño local abre sus puertas a los borrachos que aun pululan por Salou. La mayoría, venidos de Flash-Back.
Era la última parada antes de volver a casa. Para no olvidar el bocadillo mixto, también llamado vegetal (aunque no lo era). Algunos lo combinaban con cubata.
El Hilari era un buen tipo. Me pregunto qué habrá sido de él.
Me pregunto qué habrá sido de Salou.

miércoles, 11 de abril de 2007

DONDE SE REVELA LA IDENTIDAD REAL DEL TAL WODEHOUSE

He vuelto de mi semana de vacaciones.

Ya os habréis informado: un tiempo primaveral y Salou en el mejor momento de su historia.

Leo -releo-, con algo de curiosidad, todo el asunto este que se ha formado en torno a la figura del tal Wodehouse y su identidad secreta, así tal cual, rollito Spiderman.

El Teacher lo tiene claro, veo.

Yo no.

Siempre había creído que, tras Wodehouse, se ocultaba la insigne figura de Viejo Olorit, también conocido como El hombre de Correos (de una puñetera vez).

Pero no. Apuesten por otro hombre. Empieza por "P".

¿Pinillo?

No, claro que no.

Se trata de otro tipejo. El friki-gym.

Putanz.

Ramón Putanz.

¿Quién si no? ¿Quién es -ha sido- el gran ausente durante todo este tiempo?

Analyze that, ST.