Quisiera dedicar este post a la comida toscana.
Quisiera hacer hincapié en el hecho que, en nuestro periplo por la bota, no ha habido ni un solo día que no hayamos disfrutado de un ágape muy superior a la media que conocemos.
Quisiera derrumbar el tópico "comer en Italia es caro".
Pero, ante todo, quisiera citar el local que, sin duda, permanecerá en mi memoria ad aeternam como una experiencia gastronómica incomparable, descubierto casi por casualidad, perdido en Florencia entre un vericueto de callejuelas próximas a la Santa Croce, aguardando a que la mano del Destino quisiera posarnos ante sus puertas.
El gato y la zorra.
Tras ese fabuloso nombre, el éxtasis...
Referirse como "comer" a la experiencia que vives en Il gatto e la volpe es quedarse muy corto. Considéralo más bien una inversión a un elevado interés. Garantizado.
Pertenece al género de las Osterie, esos locales donde abunda la madera y la mesa larga y estrecha, en los cuales puede ocurrir que debas compartir tabla con algún otro viajero, desconocido hasta entonces, hermano a partir de.
Pasti, antipasti, carnes, el vino de la casa, los postres... Daba igual... Todo era de 10. Y al finalizar, los espressi, macchiati, capuccini. Inolvidables. Y las consecuentes grappa...
Tuve la suerte de sentarme a sus mesas en dos ocasiones. Se varió el menú, se intercambiaron degustaciones entre los diferentes platos presentados a los comensales. Parecía como si existiera un latente deseo de encontrar algún fallo, algún pequeño detalle que nos hiciese ver que, en realidad, sus fogones eran dirigidos por algún humano. Pero no fue posible. Los paladares sucumbían irremediablemente ante la maestría en la cocción, las texturas, los aceites... Y todo ello en recetas de las de toda la vida, ésas que hemos probado en multitud de ocasiones, aunque, ciertamente, la semejanza era bien lejana, si acaso sólo en sus nombres.
Pagamos 18 euros por persona. Aunque eso es lo de menos.
Acabar de comer en Il gatto e la volpe es lo más parecido a volver a nacer.
Claro, Florencia. El Renacimiento.
5 comentarios:
Muy acertada tu primera intervención, pues ya todo el mundo sabe que, la osteria en cuestión, se reconoce por los amigos como "el gato y la puta"...
Amigo Laguna. Espero que permitas que publique un nuevo fragmento de mi libro " El inimitable Jeeves ", pues creo que va como anillo al dedo a este magnífico post que has escrito sobro el buen paladar y la cultura gastronómica. Además servirá para que los lectores sigan buscando paralelismos entre Bingo Little y algún que otro personaje de éste, nuestro bar.
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- Bueno, ¿ qué va a tomar hoy ? - preguntó la muchacha, introduciendo los negocios en la conversación.
Bingo estudió la carta devotamente.
- Tomaré una taza de chocolate, ternera fría y una empanada de jamón, un pedazo de tarta de frutas y un almendrado. ¿ Tomarás lo mismo, Bertie ?
Miré a Bingo, indignado. El hecho de que hubiese sido amigo mío tantos años y, no obstante, me creyese capaz de insultar a mi viejo estómago con aquella fantasía gastronómica, me hirió en lo más profundo del alma.
- ¿ O qué te parecería un budín caliente de carne, con una espumosa limonada para hacerlo pasar ? - dijo Bingo.
Es realmente horroroso contemplar de qué manera el amor puede hacer cambiar a un hombre. El muchacho que yo tenía delante y que hablaba con tanta indiferencia de almendrados y limonadas, era el mismo que yo viera en días más felices explicar al camarero del Claridge cómo quería que el chef preparase la sole frite du gourmet aux champignons y amenazar con arrojársela a la cabeza si no estaba al punto. ¡ Espantoso !
Un panecillo con mantequilla y un café parecían ser las únicas cosas de la carta que no hubiesen sido especialmente preparadas por los peor intencionados de la famlia Borgía para la gente por la que que sintieran especial rencor, de modo que los escogí y Mabel se fue.
( ... ) "
Lo consegui!!!! Pronto apereceré de nuevo...
Aprovechando este post sobre el retaurante en la Toscana; podri
íamos empezar homenajeando lo que tenemos más cerca, Tofol, con el gran Ismael regentándolo. No olvidar las gloriosas noches etílicas en Zeke y las tardes de "Gloria Torera" en Amics del Mar. Ahí os dejo tema para que nos animemos y hagamos correr rios de tinta, tal como estos grandes lúgares merecen!!!
Amigo Ziggy, todo llegará.
Los locales que has citado sin duda merecen un post cada uno de ellos, que aparecerá publicado en el momento oportuno, quizá el día después de visitarlos...
Amigo Wodehouse, me alegra que el comentario gastronómico haya sido de tu agrado. Respecto a tus líneas, decirte que voy haciéndome una idea del reflejo del susodicho personaje en nuestro grupo...
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